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Mostrando entradas de febrero 14, 2012

Diario Estelar Planeta Tierra

Tomó la cazadora para salir a la calle y despejar sus pensamientos del enorme ruido de la voz del escritor. Su vida era suya, aunque pudiera ser determinada por la necesidad de pertenecer a una sociedad y aceptar, que remedio, todas sus normas, o casi. El aire le hizo sentir la euforia de perder de vista su piso con su atmósfera llena de la niebla de sus iras y represiones. Estaba viva la vieja naturaleza. Todo sigue en el mundo, no gira por nuestro bien, es inmune a nuestras necesidades, poco le importa lo que hagamos excepto a nuestra vanidad que nos hace creer que controlamos su marcha y averiguamos sus secretos, ¡Qué ingenuos! El trabajo, la rutina, la necesidad para comer y disfrutar de la realidad. La entrada en el agujero del transporte público estaba aceptable, no más sucia de lo normal y la policía acababa de detener a los mendigos del día, los músicos habían huido antes, aprovechando que las limitaciones de la policía no les permitía acciones múltiples y rápidas. Los pequeñ

Diario Estelar Planeta Tierra

Aura comprendió que estaba en una pobre historia de ficción, que aquel escritor no sabía de que estaba hablando, y como personaje no tenía nada que decir. De que hablaría: de la eterna rueda de la humanidad, de ese avance que parece lineal pero que es un círculo o una espiral que se retuerce hasta llegar otra vez a su inicio. Mucha geometría parece todo eso. Lo único cierto es que la humanidad se había rendido ante el poder concentrado de la economía y aceptaba que la democracia fuera una apariencia. En cierto sentido, parecía una buena elección: para qué luchar si los consorcios ya diseñaban lo necesario para la mayoría de las personas. Les daban ciertas seguridades: una educación, una sanidad y unas distracciones o, como se decía antes, días de vino y rosas (Aura parece recordar que esta frase se pronuncia en una triste película, además en blanco y negro).  Libertad para qué, dijo Lenin; libertad para qué dicen los consorcios: ser libres no es fácil, es más sencillo que el camino est