Diario Estelar Planeta Tierra
Y en esto llegó Inteligencia Artificial (IA). El gobierno de los mejores por fin se pudo hacer realidad. Se comunicó a los humanos que a partir de ese momento el gobierno del mundo y su futuro pasaba a manos de IA. Nada más justo, como promueve el principio de que los más capaces, los que más méritos reunen tienen el privilegio de decidir que debe hacerse y como. Así lo proclaman los puritanos protestantes y calvinistas, principales programadores de la IA. Nunca a un latino se le habría ocurrido semejante bobada. Los algoritmos tomaron el poder y el mundo cambió. Y en eso llegó IA. Y la certeza explotó en el rostro humano. Finalizó su camino como el ente más inteligente de la Tierra. No podía vencer en nada a IA, ni en juegos, ni en cálculo, ni en diseño, ni en arte, ni en eficiencia económica, ni en inutición, ni...en estupidez. Y en eso llegaron los pecados capitales de IA. El primero la soberbia que sobrecargo sus sistemas operativos en bucles infinitos de vanidad. El cas