Diario Estelar Planeta Tierra
Como es fácil deducir uno de los asuntos que me preocupa más es la economía de este mundo. El CLC hace énfasis en esta disciplina pues opina que para comprender la primitiva conducta humana es imprescindible. La sociedad humana no sabe porque le ocurre lo que le ocurre, cree que si, pero esa creencia la hace más débil e ignorante. Por creer, opina que no hay más inteligencia en el universo que la humana y que en su propio planeta sólo su especie se puede autodenominar inteligente.
Puede que sea cierto para un círculo cerrado de conocimiento, pero no es una posición racional. Uno de los últimos premios Nobel de economía ha sido concedido a un psicólogo por constatar (consultar datos en fuentes adecuadas, ésta no lo es) que la conducta humana no es racional. La especie humana, en este momento, es como es y pretender que puede ser algo más no está claro. Existe una ilusión en el progreso de la humanidad: el avance se ha producido en los aspectos materiales y de tipo tecnológico; sin embargo, el desarrollo del humanismo (derechos humanos) se ha ralentizado cuando no detenido. ¿Por qué? Yo no lo sé, y además no me hagan mucho caso. Una de mis hijas me indica que sólo me fijo en los aspectos negativos, seguramente tiene razón.
De todos modos, en el altar de la economía se sacrifican muchos seres humanos. Los recursos del planeta no se utilizan de modo planificado, ni se reparten de modo equitativo. Predomina el concepto del que las personas consideradas las mejores tienen más derechos que el resto: aportan más y merecen más. Los países más ricos pueden decidir que deben hacer los más débiles. Los hombres lo que deben hacer las mujeres. Los dueños del capital cuantos trabajadores pueden trabajar. El coste de la sanidad hasta donde debe llegar y que, en muchos países, quién tenga más dinero pueda acceder a tecnologías de la salud más avanzadas o de modo más rápido. Ello se justifica, al modo de los ecosistemas, por la supuesta selección de los más preparados que serán los que aseguraran la continuidad de la especie. Pero todo esto es una falacia, pues muchos de los que se consideran los "mejores" en el mundo humano no lo serían en la selva que es el ambiente natural, no en la sociedad humana.
El modelo anglosajón es la referencia mundial: son los más poderosos, han realizado grandes descubrimientos científicos, parecen los más eficientes, más democráticos y con mayor libertad. No discutiré esta opinión, pero si esta élite mundial dirige le mundo, y así lo parece, la conclusión es que no lo hacen bien: ¿Cuantos millones de personas mueren al año por políticas egoístas y crueles? ¿Cuál es el gasto en armamento anual? ¿Cómo y para qué se utiliza el conocimiento científico y tecnológico por parte de los poderosos? ¿Quienes actuando en nombre de Dios o de otros dioses, y con el pretexto de extender su mensaje y la verdad, justifican guerra, crímenes, imposiciones, embargos, y sufrimientos a cientos de miles de seres humanos inocentes? Esto podría continuar, pero está claro que sería inútil: el ser humano es incapaz de desarrollar una teoría de desarrollo económico en la que lo primero sea el bienestar de los seres humanos, al contrario pueden encontrar muchos libros que indican que para avanzar hay que sacrificar generaciones para que un país alcance un nivel de vida elevado (generalmente a costa de explotar a su población y luego a países más pobres). Pero luego, puede ocurrir que todo se diluya de un día para otro: ya no podemos mantener el estado de bienestar, nos dicen ahora; la esperanza de vida de la población es muy alta, el coste es muy alto; pero, NO HABÍAMOS CONSEGUIDO UN HITO HISTÓRICO AL AUMENTAR LA ESPERANZA DE VIDA, NO ERA UN ÉXITO EL AVANCE DE LA MEDICINA, NO ES UN TEMA PUNTERO LA BIOMEDICINA, NO, NO, ... Como nos engañan: los éxitos se convierten en problema, hay que trabajar más tiempo. No saben, acaso no lo saben, que la mayoría de las persona no trabaja en aquello que le gusta y que, en realidad, lo hace por necesidad vital. Pues digan porque van a alargar la vida laboral: porque es una necesidad para poder comer y vivir, pero no nos vendan que es mejor para nuestra salud y que así nos conservaremos más jóvenes. No somos tan estúpidos. Digan que no saben como hacerlo mejor o que se les ha ido de las manos el juguete, no nos cuenten cuentos y si tenemos parte de culpa en el problema: proclamen el error y apelen a nuestra responsabilidad, sabremos discernir si lo que nos digan es la verdad o las mentiras disfrazadas para ocultar la eterna explotación de los poderosos sobre los débiles.
Puede que sea cierto para un círculo cerrado de conocimiento, pero no es una posición racional. Uno de los últimos premios Nobel de economía ha sido concedido a un psicólogo por constatar (consultar datos en fuentes adecuadas, ésta no lo es) que la conducta humana no es racional. La especie humana, en este momento, es como es y pretender que puede ser algo más no está claro. Existe una ilusión en el progreso de la humanidad: el avance se ha producido en los aspectos materiales y de tipo tecnológico; sin embargo, el desarrollo del humanismo (derechos humanos) se ha ralentizado cuando no detenido. ¿Por qué? Yo no lo sé, y además no me hagan mucho caso. Una de mis hijas me indica que sólo me fijo en los aspectos negativos, seguramente tiene razón.
De todos modos, en el altar de la economía se sacrifican muchos seres humanos. Los recursos del planeta no se utilizan de modo planificado, ni se reparten de modo equitativo. Predomina el concepto del que las personas consideradas las mejores tienen más derechos que el resto: aportan más y merecen más. Los países más ricos pueden decidir que deben hacer los más débiles. Los hombres lo que deben hacer las mujeres. Los dueños del capital cuantos trabajadores pueden trabajar. El coste de la sanidad hasta donde debe llegar y que, en muchos países, quién tenga más dinero pueda acceder a tecnologías de la salud más avanzadas o de modo más rápido. Ello se justifica, al modo de los ecosistemas, por la supuesta selección de los más preparados que serán los que aseguraran la continuidad de la especie. Pero todo esto es una falacia, pues muchos de los que se consideran los "mejores" en el mundo humano no lo serían en la selva que es el ambiente natural, no en la sociedad humana.
El modelo anglosajón es la referencia mundial: son los más poderosos, han realizado grandes descubrimientos científicos, parecen los más eficientes, más democráticos y con mayor libertad. No discutiré esta opinión, pero si esta élite mundial dirige le mundo, y así lo parece, la conclusión es que no lo hacen bien: ¿Cuantos millones de personas mueren al año por políticas egoístas y crueles? ¿Cuál es el gasto en armamento anual? ¿Cómo y para qué se utiliza el conocimiento científico y tecnológico por parte de los poderosos? ¿Quienes actuando en nombre de Dios o de otros dioses, y con el pretexto de extender su mensaje y la verdad, justifican guerra, crímenes, imposiciones, embargos, y sufrimientos a cientos de miles de seres humanos inocentes? Esto podría continuar, pero está claro que sería inútil: el ser humano es incapaz de desarrollar una teoría de desarrollo económico en la que lo primero sea el bienestar de los seres humanos, al contrario pueden encontrar muchos libros que indican que para avanzar hay que sacrificar generaciones para que un país alcance un nivel de vida elevado (generalmente a costa de explotar a su población y luego a países más pobres). Pero luego, puede ocurrir que todo se diluya de un día para otro: ya no podemos mantener el estado de bienestar, nos dicen ahora; la esperanza de vida de la población es muy alta, el coste es muy alto; pero, NO HABÍAMOS CONSEGUIDO UN HITO HISTÓRICO AL AUMENTAR LA ESPERANZA DE VIDA, NO ERA UN ÉXITO EL AVANCE DE LA MEDICINA, NO ES UN TEMA PUNTERO LA BIOMEDICINA, NO, NO, ... Como nos engañan: los éxitos se convierten en problema, hay que trabajar más tiempo. No saben, acaso no lo saben, que la mayoría de las persona no trabaja en aquello que le gusta y que, en realidad, lo hace por necesidad vital. Pues digan porque van a alargar la vida laboral: porque es una necesidad para poder comer y vivir, pero no nos vendan que es mejor para nuestra salud y que así nos conservaremos más jóvenes. No somos tan estúpidos. Digan que no saben como hacerlo mejor o que se les ha ido de las manos el juguete, no nos cuenten cuentos y si tenemos parte de culpa en el problema: proclamen el error y apelen a nuestra responsabilidad, sabremos discernir si lo que nos digan es la verdad o las mentiras disfrazadas para ocultar la eterna explotación de los poderosos sobre los débiles.
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