Diario Estelar Planeta Tierra
El CLC, en una de sus últimas reuniones, ha observado el proceso del fenómeno de la aplicación de ideas económicas que se han estado gestando durante los últimos treinta años, desde los años 80, o antes, del siglo XX humano. Estas ideas parten de la base del hundimiento de las ideas de la Ilustración y del capitalismo que desarrolló el estado del bienestar. Las ideas de la Ilustración no eran perfectas, el tiempo lo ha demostrado, pero algunas aún se utilizan, aunque de forma interesada y tergiversada: las ideas expuestas en La Riqueza de las Naciones, Adam Smith. Otra idea que se ha visto errónea es la de racionalidad del ser humano y la supuesta bondad innata del mismo. En estos momentos, la tecnología permite reducir el factor trabajo a fenómenos que no generan capital de modo directo: al sector servicios y la denominada sociedad del conocimiento. La Gran Paradoja: ¿Qué conocimiento es el que no es capaz de modelar o dirigir la economía de modo efectivo? O, quizás si.
La economía es más global que antes, pero, como siempre, siguen existiendo centros de poder económico y militar asociado que son los que toman las decisiones. Uno de ellos es China, y por supuesto los EEUU. El objetivo es la generación de la riqueza y el triunfo del mercado denominado libre, pero no equitativo, que impone leyes como: reducción del estado, eliminación de los servicios públicos, limitación de los derechos que debe ofrecer un estado, énfasis en los deberes del ciudadano, limitación de las decisiones democráticas sino se adaptan a las necesidades económicas, competitividad a costa del esfuerzo de los más débiles ( como ha sido siempre) y objetivo inexistentes de para qué hacemos lo que hacemos: sólo para crecer y cambiar productos en el denominado mercado.
El CLC ha constatado la pobreza de la capacidad intelectual de las personas que deberían aportar soluciones más equitativas y globales, pero no sólo desde la perspectiva de un supuesto mercado, que como cualquier idea humana, es un ente maleable fornido por la interpretación más tendenciosa de la evolución (Darwin) que lo hace difícil de atacar desde puntos de vista no materiales. El materialismo ateo ha triunfado en toda línea: se han unido en ello los ideólogos de Wall Street y los de Pekín. Nos ha prometido lo que no pueden dar y lo que el planeta no puede soportar: el paraíso ilusorios terrenal.
La economía es más global que antes, pero, como siempre, siguen existiendo centros de poder económico y militar asociado que son los que toman las decisiones. Uno de ellos es China, y por supuesto los EEUU. El objetivo es la generación de la riqueza y el triunfo del mercado denominado libre, pero no equitativo, que impone leyes como: reducción del estado, eliminación de los servicios públicos, limitación de los derechos que debe ofrecer un estado, énfasis en los deberes del ciudadano, limitación de las decisiones democráticas sino se adaptan a las necesidades económicas, competitividad a costa del esfuerzo de los más débiles ( como ha sido siempre) y objetivo inexistentes de para qué hacemos lo que hacemos: sólo para crecer y cambiar productos en el denominado mercado.
El CLC ha constatado la pobreza de la capacidad intelectual de las personas que deberían aportar soluciones más equitativas y globales, pero no sólo desde la perspectiva de un supuesto mercado, que como cualquier idea humana, es un ente maleable fornido por la interpretación más tendenciosa de la evolución (Darwin) que lo hace difícil de atacar desde puntos de vista no materiales. El materialismo ateo ha triunfado en toda línea: se han unido en ello los ideólogos de Wall Street y los de Pekín. Nos ha prometido lo que no pueden dar y lo que el planeta no puede soportar: el paraíso ilusorios terrenal.
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