Diario Estelar Planeta Tierra
La Unión Europea no... Ahora que podríamos decir: muchas cosas sobre la economía, su situación política y la degradación de la democracia. Sin embargo, opino que los países que no tienen problemas económicos no lo pueden considerar del mismo modo que los que si tienen esos problemas. En España la prima de riesgo es un tema de coloquio en cafés, reuniones y conversaciones cotidianas. Hay personas que se angustian si sube demasiado, y a las que se les recomienda que no vean los telediarios y que no lean prensa, diarios y revistas. De hecho, la impotencia es completa; y la sensación de que no existe el futuro está más extendida que nunca.
Pero la vida sigue, no se detiene a esperar que mejore la situación social. En una página web de un diario La Vanguardia, un economista: Xavier Sala, explica que la economía no es predictiva debido a la influencia de la ética y las ideas políticas. Claro, como podía ser de otra manera, el problema de la economía radica en que es incapaz de incluir en sus ecuaciones, de modo correcto, esas influencias. La sociedad humana es más compleja e imprevisible que lo que denominamos leyes de la naturaleza. Aunque, ni siquiera éstas, son comprendidas en toda su complejidad. Hay que reconocerlo: no sabemos suficiente, ni los Premios Nobel saben suficiente. Ningún ser humano es Dios, porque la esencia de Dios es la perfección... Y este mundo, parece que de modo deliberado es imperfecto o programado en si mismo para que se produzcan ciertos efectos.
La soberbia humana llega tan lejos que no nos importa hacer sufrir a las personas sacrificándolas a un supuesto bien superior, actualmente a los beneficios de empresas, países y particulares para los que su dinero es el primer objetivo y a veces único. Aparecen empresas que ayudan en acciones solidarias en el tercer mundo, pero no reconocen que lo hacen para mejorar su imagen y para que compremos más sus productos. La prueba sería que lo hicieran sin decir que lo hacen. Qué mérito tiene aquel que alardea de ser caritativo, si lo es no necesita proclamarlo porque cree que es un acto normal y necesario, no una excepción que hay que proclamar.
Estamos cruzando la delgada línea roja (película excelente según para quién, claro) de la que después no se puede retroceder. Ya nada será como antes, si es que ese antes era bueno, nada podrá volver a contemplarse con los mismos ojos. Solo aquellos que creen en algo intemporal e incomprensible tienen posibilidad de salvar sus mentes, siempre que no sean unos fanáticos. La ciencia si es incapaz de conseguir la inmortalidad solo servirá para mantener el ciclo de apego y dolor, ya que, como vemos ahora, es incapaz de evitar el sufrimiento inútil de millones de personas cuando, en teoría, posee los medios para hacerlo. Será cuestión de la ética y de las ideas políticas. ¿Son estas ciencia? ¿Qué es la ciencia hoy?
Pero la vida sigue, no se detiene a esperar que mejore la situación social. En una página web de un diario La Vanguardia, un economista: Xavier Sala, explica que la economía no es predictiva debido a la influencia de la ética y las ideas políticas. Claro, como podía ser de otra manera, el problema de la economía radica en que es incapaz de incluir en sus ecuaciones, de modo correcto, esas influencias. La sociedad humana es más compleja e imprevisible que lo que denominamos leyes de la naturaleza. Aunque, ni siquiera éstas, son comprendidas en toda su complejidad. Hay que reconocerlo: no sabemos suficiente, ni los Premios Nobel saben suficiente. Ningún ser humano es Dios, porque la esencia de Dios es la perfección... Y este mundo, parece que de modo deliberado es imperfecto o programado en si mismo para que se produzcan ciertos efectos.
La soberbia humana llega tan lejos que no nos importa hacer sufrir a las personas sacrificándolas a un supuesto bien superior, actualmente a los beneficios de empresas, países y particulares para los que su dinero es el primer objetivo y a veces único. Aparecen empresas que ayudan en acciones solidarias en el tercer mundo, pero no reconocen que lo hacen para mejorar su imagen y para que compremos más sus productos. La prueba sería que lo hicieran sin decir que lo hacen. Qué mérito tiene aquel que alardea de ser caritativo, si lo es no necesita proclamarlo porque cree que es un acto normal y necesario, no una excepción que hay que proclamar.
Estamos cruzando la delgada línea roja (película excelente según para quién, claro) de la que después no se puede retroceder. Ya nada será como antes, si es que ese antes era bueno, nada podrá volver a contemplarse con los mismos ojos. Solo aquellos que creen en algo intemporal e incomprensible tienen posibilidad de salvar sus mentes, siempre que no sean unos fanáticos. La ciencia si es incapaz de conseguir la inmortalidad solo servirá para mantener el ciclo de apego y dolor, ya que, como vemos ahora, es incapaz de evitar el sufrimiento inútil de millones de personas cuando, en teoría, posee los medios para hacerlo. Será cuestión de la ética y de las ideas políticas. ¿Son estas ciencia? ¿Qué es la ciencia hoy?
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