Diario Estelar Planeta Tierra
Dedicado a mi amigo Cristóbal Aguilera
La ciencia, la búsqueda de la última explicación o puede que no.
Se podría resucitar un ser vivo que desapareció hace, por ejemplo, 20.000 años y que perteneció a una especie extinta, sería conveniente hacerlo. En general, a la mayoría de científicos esto les importa un bledo, se parte del principio de que si un experimento es posible se hará, es similar a la ley de Murphy. En consecuencia que importancia puede tener que vuelva a caminar sobre este mundo un mamut.
La teoría de la evolución, más compleja de lo que se nos presenta en su divulgación, propone que los seres vivos evolucionan para adaptarse a condiciones ambientales nuevas que provocan la selección de los más "aptos" y la permanencia de aquellos que no necesitan adaptarse. Para que esto sea posible se requiere que existan mutaciones, en caso contrario no sería posible el cambio ya que la molécula de ADN (DNA en inglés) no se podría modificar. Se sabe que los seres vivos comparten de modo general la química de la vida y por ello todos son hermanos a pesar de que se maten unos a otros por la supervivencia. La selección se le atribuye a la naturaleza, una señora con la que nadie ha hablado pero que todos parecen conocer, es decir por naturaleza se entiende la materia que no posee voluntad aunque se la concedamos en muchas ocasiones: la ley natural se llega a invocar en derecho, si no estoy equivocado. Claro que la que dicta la ley no parece tener voluntad propia per se, en este sentido sería como la estatua ciega que representa a la justicia.
Así las cosas, aparece el ser humano, un animal inteligente como se denomina a si mismo. Este ser empieza a utilizar su cerebro para favorecer su supervivencia y genera pensamientos que dan lugar a la aparición de la ciencia. Consigue dominar, de modo precario aún, el control del material genético de los seres vivos e inicia su modificación. Como es un niño con zapatos nuevos, descubre que puede intentar resucitar especies extintas, y se fija en el mamut; y se dice ¿por qué no? Mira que hay cosas más importantes a las que dedicarse, o eso parece, pero poder resucitar a un mamut eso sería algo grande. Bien se pone a ello, al menos sobre el papel, o puede que más allá.
Imaginemos que lo consigue. Un animal, hembra o macho, fósil aceptable por casualidad, con su DNA restaurado con mayor o menor fidelidad, aparece de nuevo, respira el aire olvidado por su especie, ve el cielo, las nubes, las montañas, las praderas... pero está solo o sola. Nada es imposible ya, se resucita un ejemplar del sexo contrario y se les deja juntos en una reserva protegida, y se espera.
Consecuencia: la evolución debe contemplar que una especie extinta puede volver a la vida por la acción de otra especie que alcanza un nivel tecnológico suficiente. Así la tecnología es un nuevo factor en la evolución y por ende en la naturaleza. Ahora bien si resucitar a una especie está al albur de la decisión del hombre como podremos incorporar este hecho en un esquema donde el azar tiene un papel fundamental.
O dicho de otro modo ¿si existe voluntad puede existir Dios? ¿Si es posible resucitar un mamut qué podría hacer una civilización mucho más avanzada? ¿Y si se puede dominar el tiempo? ¿Se puede considerar una suspensión del efecto tiempo la vuelta de un ser vivo que despareció? Ah! que bonito proyecto de investigación para ser financiado, lástima que no están los tiempos para la lírica científica.
La ciencia, la búsqueda de la última explicación o puede que no.
Se podría resucitar un ser vivo que desapareció hace, por ejemplo, 20.000 años y que perteneció a una especie extinta, sería conveniente hacerlo. En general, a la mayoría de científicos esto les importa un bledo, se parte del principio de que si un experimento es posible se hará, es similar a la ley de Murphy. En consecuencia que importancia puede tener que vuelva a caminar sobre este mundo un mamut.
La teoría de la evolución, más compleja de lo que se nos presenta en su divulgación, propone que los seres vivos evolucionan para adaptarse a condiciones ambientales nuevas que provocan la selección de los más "aptos" y la permanencia de aquellos que no necesitan adaptarse. Para que esto sea posible se requiere que existan mutaciones, en caso contrario no sería posible el cambio ya que la molécula de ADN (DNA en inglés) no se podría modificar. Se sabe que los seres vivos comparten de modo general la química de la vida y por ello todos son hermanos a pesar de que se maten unos a otros por la supervivencia. La selección se le atribuye a la naturaleza, una señora con la que nadie ha hablado pero que todos parecen conocer, es decir por naturaleza se entiende la materia que no posee voluntad aunque se la concedamos en muchas ocasiones: la ley natural se llega a invocar en derecho, si no estoy equivocado. Claro que la que dicta la ley no parece tener voluntad propia per se, en este sentido sería como la estatua ciega que representa a la justicia.
Así las cosas, aparece el ser humano, un animal inteligente como se denomina a si mismo. Este ser empieza a utilizar su cerebro para favorecer su supervivencia y genera pensamientos que dan lugar a la aparición de la ciencia. Consigue dominar, de modo precario aún, el control del material genético de los seres vivos e inicia su modificación. Como es un niño con zapatos nuevos, descubre que puede intentar resucitar especies extintas, y se fija en el mamut; y se dice ¿por qué no? Mira que hay cosas más importantes a las que dedicarse, o eso parece, pero poder resucitar a un mamut eso sería algo grande. Bien se pone a ello, al menos sobre el papel, o puede que más allá.
Imaginemos que lo consigue. Un animal, hembra o macho, fósil aceptable por casualidad, con su DNA restaurado con mayor o menor fidelidad, aparece de nuevo, respira el aire olvidado por su especie, ve el cielo, las nubes, las montañas, las praderas... pero está solo o sola. Nada es imposible ya, se resucita un ejemplar del sexo contrario y se les deja juntos en una reserva protegida, y se espera.
Consecuencia: la evolución debe contemplar que una especie extinta puede volver a la vida por la acción de otra especie que alcanza un nivel tecnológico suficiente. Así la tecnología es un nuevo factor en la evolución y por ende en la naturaleza. Ahora bien si resucitar a una especie está al albur de la decisión del hombre como podremos incorporar este hecho en un esquema donde el azar tiene un papel fundamental.
O dicho de otro modo ¿si existe voluntad puede existir Dios? ¿Si es posible resucitar un mamut qué podría hacer una civilización mucho más avanzada? ¿Y si se puede dominar el tiempo? ¿Se puede considerar una suspensión del efecto tiempo la vuelta de un ser vivo que despareció? Ah! que bonito proyecto de investigación para ser financiado, lástima que no están los tiempos para la lírica científica.
Comentarios
Me hago mía una de las frases más célebres de Stephen Hawking. Que no es que yo no lo pueda explicar igual, pero si ya está hecho...
"Dado que existe una ley como la de la gravedad, el universo pudo crearse a sí mismo de la nada, como así ocurrió. La creación espontánea es la razón de que exista algo, en vez de nada, de que el universo exista, de que nosotros existamos. No es necesario invocar a Dios para que encienda la mecha y ponga el universo en funcionamiento".
Dicho esto, ¿por qué no jugar un rato a los dados? Y ver si sale macho o hembra.