Diario Estelar Planeta Tierra
Hace un mes, o quizá más, mi esposa, a la vuelta de un
viaje, me enseño un libro que había comprado. El título del libro era Sapiens
(De animales a dioses), y el escritor del mismo Yuval Noah Harari (http://www.ynharari.com/es/) . Ojeé el índice y la contraportada, y pensé
en leerlo cuando mi esposa lo acabara. Unos días más tarde vi que había
publicado otro libro Homo deus (Breve historia del mañana) que de algún modo
parecía una continuación del anterior. Sin esperar a leer Sapiens, compré Homo
deus e inicié la lectura.
Homo deus es un choque intelectual, pone patas arriba todos
los conceptos sociales y morales que damos por seguros, y nos muestra que son
ficciones creadas por nosotros mismos y que han permitido el salto de Homo
sapiens de la evolución biológica a la evolución debida a la cultura que
describe la historia.
Es evidente que la posibilidad de curar enfermedades, viajar
a la Luna o volar no están relacionadas con mutaciones en nuestro ADN en los
últimos 10.000 – 100.000 años. La escala de la evolución se mueve en intervalos
muy largos o dilatados de tiempo. Excepto que exista alguna forma de evolución
biológica distinta, y exponencial, que pudiera explicar una interacción
biológica en el hecho de pasar de cultivar cereales hace unos 10.000 años y
poner un satélite en órbita en la actualidad. No parece muy probable.
Por otra parte, el estudio de nuestro cerebro ha puesto de
manifiesto el debate de si tenemos libre albedrío o no; y las capacidades
limitadas que presenta para la toma de decisiones racionales (http://www.librosyliteratura.es/pensar-rapido-pensar-despacio.html).
Al mismo tiempo se desarrolla la inteligencia artificial que puede cambiar la
posición de Homo sapiens en la naturaleza. Yuval Noah Harari considera que Homo
sapiens puede estar en su fase final de dominio, en muchos ámbitos no podremos
competir con la inteligencia artificial (http://www.businessinsider.com/ibms-watson-may-soon-be-the-best-doctor-in-the-world-2014-4)
y no queda claro que podrá aportar nuestra especie si se produce una fusión
hombre-máquina o se consigue la inmortalidad, reservada para una minoría que resultaría
ser la evolución de Homo sapiens a Homo deus. Todo esto está descrito de modo
brillante en el libro de Yuval Noah Harari, además de incluir dudas y
alternativas que nos permiten pensar y definir alternativas. Un punto central
es que no sabemos todavía cómo funciona nuestro cerebro y la formación de la
conciencia. Roger Penrose opina que la inteligencia artificial no podrá suplir
a la humana (http://www-formal.stanford.edu/jmc/reviews/penrose1/penrose1.html)
, en parte debido a que los fenómenos cuánticos que se producen en el cerebro
están sometidos al principio de incertidumbre de Heisenberg.
Otra dificultad que se presenta es que los algoritmos
inorgánicos (computadores) puedan reproducir a los algoritmos orgánicos
(biológicos). El problema reside en que los humanos “creamos” los algoritmos y
por tanto contienen nuestros errores conceptuales y la falta de comprensión de
la realidad, esencial en el dogma central de la ciencia: la ignorancia. Ahora bien,
si los algoritmos inorgánicos llegan a crear sus propios algoritmos entonces todo
puede cambiar.
Yuval Noah Harari indica la aparición de una nueva religión:
el tecnohumanismo o el datismo, que sustituirá a las religiones humanistas (no confundir su base ideológica con el concepto del bienestar de la humanidad),
iniciadas en los siglos XVIII y XIX, que él clasifica en: humanismo liberal
(individuo, liberalismo y neo-liberalismo/desigualdad), humanismo socialista
(igualdad, comunismo, libertad limitada) y humanismo evolutivo cuyas premisas son falsas y han conducido a genocidios (eugenesia,
racismo, nazismo). Estos conceptos son complejos y aquellos a los que interese
el punto de vista de Yuval Noah Harari deberían leer: Sapines (primero) y luego
Homo deus.
Algo inquietante está sucediendo mientras jugamos con los
ordenadores y nos distraen con premuras y deseos que nos atontan.
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