Diario Estelar Planeta Tierra: Conexión
Hoy, 24 de julio de 2008 he observado un fenómeno que produce asombro, estupor y meditación.
Después de las 12:00 y antes de una comida de trabajo entablé conversación con Jacint Arnau y Josep Solé sobre temas imprecisos y genéricos. Se habló de vaguedades típicas en esos momentos de relajación y alivio. Pero, a raíz de la especulación sobre la construcción del edificio donde nos encontrábamos, iniciamos una conversación sobre los avatares de la convulsa política española del siglo XIX. En nuestras divagaciones, y con el recuerdo de las crueles guerras carlistas, se habló de las locuras de la guerra y de algunas películas que las reflejan: Salvar al soldado Ryan y por mi parte La delgada línea roja.
Tarde del mismo día, La Bisbal d'Empordà (Girona) Llego a casa, cansado de las tensiones y emociones del día. Deseo relajarme, no hay nadie en casa. Decido encender la televisión y ver programas. Llega Isabel, mi mujer, y en la anodina búsqueda de canales aparecen en pantalla las imágenes de una película: La delgada línea roja. La veo hasta el final, me parece no haberla visto nunca. Es una historia cruel con un mensaje poético y una música de una belleza y tristeza enormes. Frases sueltas sin exactitud: hemos desparramado, con saña, la bondad que nos fue dada en el principio, la repetición de las mismas mentiras, esto es un ataúd ambulante, usted es un blando y lo voy a relevar, he esperado 15 años para esta guerra y ahora no voy a perder la oportunidad de conseguir mi ascenso y lo que merezco.
Llega mi hija, María del Mar, me pregunta: ¿Qué estas viendo? La delgada línea roja, respondo. ¡Ah! Hoy en el trabajo hemos hablado de esta película me dice mi hija. El estupor es total, el mensaje está claro. No puedo ni aceptar la guerra como un hecho quasi natural de la humanidad. Si somos seres humanos, como tales y con alma, debemos rechazar la guerra y la violencia. Nos han separado las fronteras, los deseos, las ambiciones, el poder, a veces las lenguas, los recursos egoístas y la locura... Destruyamos esas barreras.
Después de las 12:00 y antes de una comida de trabajo entablé conversación con Jacint Arnau y Josep Solé sobre temas imprecisos y genéricos. Se habló de vaguedades típicas en esos momentos de relajación y alivio. Pero, a raíz de la especulación sobre la construcción del edificio donde nos encontrábamos, iniciamos una conversación sobre los avatares de la convulsa política española del siglo XIX. En nuestras divagaciones, y con el recuerdo de las crueles guerras carlistas, se habló de las locuras de la guerra y de algunas películas que las reflejan: Salvar al soldado Ryan y por mi parte La delgada línea roja.
Tarde del mismo día, La Bisbal d'Empordà (Girona) Llego a casa, cansado de las tensiones y emociones del día. Deseo relajarme, no hay nadie en casa. Decido encender la televisión y ver programas. Llega Isabel, mi mujer, y en la anodina búsqueda de canales aparecen en pantalla las imágenes de una película: La delgada línea roja. La veo hasta el final, me parece no haberla visto nunca. Es una historia cruel con un mensaje poético y una música de una belleza y tristeza enormes. Frases sueltas sin exactitud: hemos desparramado, con saña, la bondad que nos fue dada en el principio, la repetición de las mismas mentiras, esto es un ataúd ambulante, usted es un blando y lo voy a relevar, he esperado 15 años para esta guerra y ahora no voy a perder la oportunidad de conseguir mi ascenso y lo que merezco.
Llega mi hija, María del Mar, me pregunta: ¿Qué estas viendo? La delgada línea roja, respondo. ¡Ah! Hoy en el trabajo hemos hablado de esta película me dice mi hija. El estupor es total, el mensaje está claro. No puedo ni aceptar la guerra como un hecho quasi natural de la humanidad. Si somos seres humanos, como tales y con alma, debemos rechazar la guerra y la violencia. Nos han separado las fronteras, los deseos, las ambiciones, el poder, a veces las lenguas, los recursos egoístas y la locura... Destruyamos esas barreras.
Comentarios
mi blog (actualmente en letargo por sobrecargo de trabajo literario): http://huesosdesepia.blogspot.com
Un abrazo