Diario Estelar Planeta Tierra: Posibilidades
El ingenio de la humanidad ha conseguido grandes éxitos. Uno de los más importantes es la posibilidad de alargar la vida de los seres humanos. Este logro sólo ha sido posible gracias a la combinación de muchos esfuerzos en disciplinas muy diferentes. Sin embargo, muchos seres humanos no se benefician de este logro, padecen lacras muy serias: hambre, guerra, falta de educación y sanidad, injusticias legales y arbitrariedades de los poderosos. La idea general es que este hecho no tiene solución, y si la tiene es a costa de reducir la riqueza de los países ricos para que así los más pobres puedan vivir mejor.
Por otra parte, los ricos no se fían de que los pobres sepan gestionar su vida sin supervisarlos y definir como han de vivir. Es cierto que algunos países pobres con riquezas naturales parecen incapaces de repartir su riqueza y que ésta se queda en manos de políticos y mafias locales. También existe la opinión de que ésto es lo que conviene a los países más ricos para asegurar su dominio económico y político.
Estas dos explicaciones parecen demasiado simples, y esquemáticas. De lo poco que creo haber aprendido, es que no suele haber películas de malos y buenos en la realidad, nadie está libre de culpa.
Mi opinión es que los seres humanos no nos consideramos hermanos y no actuamos con nobleza. Esto es aplicable tanto a ricos como a pobres, y no se puede generalizar que por ser pobre ya se es buena persona y al revés. Si somos hermanos y honrados, no engañaremos ni nos aprovecharemos de los otros. Los pobres, no se aprovecharían de la humanidad de los más pudientes sino que reclamarían justicia, oportunidades y equidad; y los ricos no se harían más ricos a costa de los pobres y velarían porque nadie sufriera si se puede evitar.
Jesucristo predicó el amor entre los hombres, comprometido y sin condiciones. Olvidamos que la cultura occidental, cristiana se quiera o no, se debería basar en el respeto a la dignidad humana y en dar más que en recibir. Dar de comer al hambriento y de beber al sediento. En el mundo actual no es fácil, cierto; pero seguro que podríamos hacer algo más que enviar ONGs, que tienen mucho mérito, y que sirven para ayudar y mantener nuestra conciencia tranquila. Pero lo más importante es trabajar para que un día nadie necesite una ONG para sobrevivir, porque la sociedad debe madurar para evitar la muerte de los inocentes y permitir su libertad.
Todos los seres humanos nacemos libres: con deberes y derechos. Nadie tiene derecho a limitarnos nuestros derechos, y nosotros debemos cumplir con nuestro deber hacia nuestros compañeros de viaje: ayuda, compasión, colaboración, liberación, justicia, trabajo y amor.
Por otra parte, los ricos no se fían de que los pobres sepan gestionar su vida sin supervisarlos y definir como han de vivir. Es cierto que algunos países pobres con riquezas naturales parecen incapaces de repartir su riqueza y que ésta se queda en manos de políticos y mafias locales. También existe la opinión de que ésto es lo que conviene a los países más ricos para asegurar su dominio económico y político.
Estas dos explicaciones parecen demasiado simples, y esquemáticas. De lo poco que creo haber aprendido, es que no suele haber películas de malos y buenos en la realidad, nadie está libre de culpa.
Mi opinión es que los seres humanos no nos consideramos hermanos y no actuamos con nobleza. Esto es aplicable tanto a ricos como a pobres, y no se puede generalizar que por ser pobre ya se es buena persona y al revés. Si somos hermanos y honrados, no engañaremos ni nos aprovecharemos de los otros. Los pobres, no se aprovecharían de la humanidad de los más pudientes sino que reclamarían justicia, oportunidades y equidad; y los ricos no se harían más ricos a costa de los pobres y velarían porque nadie sufriera si se puede evitar.
Jesucristo predicó el amor entre los hombres, comprometido y sin condiciones. Olvidamos que la cultura occidental, cristiana se quiera o no, se debería basar en el respeto a la dignidad humana y en dar más que en recibir. Dar de comer al hambriento y de beber al sediento. En el mundo actual no es fácil, cierto; pero seguro que podríamos hacer algo más que enviar ONGs, que tienen mucho mérito, y que sirven para ayudar y mantener nuestra conciencia tranquila. Pero lo más importante es trabajar para que un día nadie necesite una ONG para sobrevivir, porque la sociedad debe madurar para evitar la muerte de los inocentes y permitir su libertad.
Todos los seres humanos nacemos libres: con deberes y derechos. Nadie tiene derecho a limitarnos nuestros derechos, y nosotros debemos cumplir con nuestro deber hacia nuestros compañeros de viaje: ayuda, compasión, colaboración, liberación, justicia, trabajo y amor.
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